Los machos de la especie se estima que podían llegar a alcanzar cerca de 7 metros de longitud, de acuerdo a datos históricos y comentarios de “caimaneros” (quienes se dedicaban a la caza de la especie) recogidos por distintos investigadores. El macho más grande del que se tiene referencia fue registrado por Humboldt y Bonpland en el año 1800 (6,78 m.). Las hembras no alcanzan tamaños tan grandes; la hembra más grande de la que tienen datos alcanzó 3,63 m (González, com. pers., en Antelo, 2008).
Medem (1981) cita tres fases de color de acuerdo a la percepción de los llaneros en Colombia: amarillo, con el dorso y costados de color claro; mariposo, con el dorso grisáceo-verdusco y manchas negruzcas; y negro, con dorso y costados gris oscuro o negruzcos, la cual es considerada como una fase melánica. En Venezuela distinguen únicamente la fase amarilla y la negra (Godshalk y Sosa, 1978; Medem, 1983). Se ha podido comprobar que distintas personas en los llanos colombianos hacen referencia al “cocodrilo o caimán negro” como una especie o raza distinta del caimán llanero, basándose su diferencia en el tamaño, el color y el comportamiento. El “cocodrilo o caimán negro” sería más grande, de color muy oscuro, más agresivo, no se asolea en las playas y ataca a sus presas únicamente desde debajo del agua. Antelo (2008) también hace mención a esta percepción para los Llanos venezolanos. La coloración, como se comenta más arriba, puede ser variable, existiendo individuos mucho más oscuros; en cuanto al tamaño y comportamiento parecen datos alimentados por la leyenda.
Su forma corporal es típicamente alargada y adaptada a la vida anfibia, contando con cuatro patas cortas: dos delanteras con cinco dedos y dos traseras con cuatro dedos entre los que se dispone una membrana interdigital.
La cabeza tiene forma triangular dorsalmente, con hocico proporcionalmente alargado. El nombre referido a la especie “intermedius” fue adoptado por contar con un hocico de anchura intermedia entre el gavial y otras especies del género Crocodylus (Graves 1819).
Presenta el cuerpo recubierto de escamas o placas dérmicas de distinto tamaño y grado de endurecimiento. Las dorsales principalmente presentan osteodermos, estructuras calcificadas dentro de las escamas que les aportan mayor dureza. A nivel dorsal, generalmente, sobresale una línea de cuatro escamas post-occipitales redondeadas detrás de la cabeza, seguida de un grupo de seis escamas cervicales de forma trapezoidal en dos líneas. Posteriormente se disponen las escamas dorsales, aquilladas, con osteodermos y en hileras alineadas (16-17 ubicadas entre la parte posterior de las patas anteriores y la parte posterior de las patas posteriores, donde comienza la cola). Las escamas de la cola a nivel dorsal son de dos tipos; (1) las que forman las crestas, fuertemente erguidas y aquilladas, aunque no presentan osteodermo, proporcionando un aspecto de dientes de sierra. Se distribuyen en dos líneas laterales (17-20 filas) en la parte anterior de la cola que se unen en la parte posterior en una sola línea; (2) las placas entre las crestas laterales de la cola son de forma rectangular, aquilladas en la parte anterior de la cola y planas en la parte posterior (Medem, 1958; Antelo, 2008).
Las placas de los flancos del cuerpo son de forma redondeada u ovalada ligeramente aquilladas, y las de los flancos de la cola rectangulares. Las placas ventrales presentan formas rectangulares y son planas. Las placas laterales y ventrales no presentan osteodermos, por lo que estas zonas de la piel presentan las características más idóneas para su uso por parte de la industria peletera (Antelo, 2008).
Referencias
Antelo, R. 2008. Biología del cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius) en la Estación Biológica El Frío, Estado Apure, Venezuela. Tesis doctoral. Departamento de Ecología. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. 286 pp.
Godshalk, R. E. y E. Sosa. 1978. El caimán del Orinoco, Crocodylus intermedius, en los llanos occidentales venezolanos con observaciones sobre su distribución en Venezuela y recomendaciones para su conservación. Informe sin publicar de FUDENA (WWF). Caracas. 52 pp. + anexos.
Graves, M. L. 1819. Sur deus novelles spèces de crocodile. Pp.: 343-353. En: Bory de St. Vicent, Drapiez et Van Mons (Ed.). Annales
Générales de Sciencies Physiques. Tome Second. Bruxelles.
Humboldt, A. y A. Bonpland. 1826. Viage á las regiones equinocciales del nuevo continente, hecho en 1799 a 1804. Tomo III. E. Pochard. París, 430 pp.
Medem, F. J. 1958. Informe sobre reptiles colombianos III. Investigaciones sobre la anatomía craneal, distribución geográfica y ecología de Crocodylus intermedius (Graves) en Colombia. Caldasia 3 (37): 175-215.
Medem, F. 1981. Crocodylus intermedius. Pp.: 165-180. En: Los Crocodylia de Sur América. Vol. I. Los Crocodylia de Colombia. Ministerio de Educación Nacional. COLCIENCIAS. Bogotá. 192 pp.
Medem, F. 1983. Crocodylus intermedius. Pp.: 59-73. En: Los Crocodylia de Sur América. Vol. II. Venezuela, Trinidad-Tobago, Guyana, Suriname, Guayana Francesa, Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina, Uruguay. Universidad Nacional de Colombia. COLCIENCIAS. Bogotá. 259 pp.